El pasado fin de semana, los días 20 y 21 de enero, se impartió el taller gratuito del GMM de Introducción a la Espeleología. El objetivo del taller fue la introducción en las técnicas espeleológicas para una primera toma de contacto tanto teórica como práctica.
El sábado por la tarde se impartieron en las instalaciones de BeClimb en Málaga algunas nociones teóricas sobre el comportamiento en las cavidades para no dañarlas en modo alguno, ni su entorno, así como algunas medidas básicas de seguridad personal y de grupo. Tras ello se explicaron los diferentes elementos del equipo personal de progresión vertical y se hicieron algunas prácticas para que los asistentes pudieran ver las técnicas básicas de ascenso y descenso con el equipo TPV.
El domingo fue el plato fuerte del taller: la visita a la travesía de Sima Cielo a la cueva de Antonio Rejano, ubicada cerca de Nerja, una travesía sencilla pero con muchas de las dificultades a superar en cavidades importantes, aunque con un riesgo reducido.
El punto de encuentro fue la salida de Frigiliana, supuestamente ya desayunados (primera lección: si el convocante dice que se queda desayunado, así se hace :) :) :), para no entrar muy tarde). Tras alimentarse los díscolos, iniciamos la aproximación en coche hasta la zona de aparcamiento cercana a la sima.
Tras aparcar los coches se revisaron y repartieron los equipos para los asistentes que no disponían de ellos e iniciamos la aproximación a pie hasta la boca de la cavidad, por una pendiente moderada y a muy buen paso (casi todos ;)). El espléndido día y la buena temperatura hicieron del paseo una experiencia muy grata.
Tras localizar la boca se instaló la cuerda de acceso, la única no instalada de forma permanente, mientras los asistentes se equipaban, ajustando los equipos y siendo revisados varias veces por los diferentes veteranos que colaboraron en el taller.
Una vez distribuidos los debutantes, de forma intercalada entre los veteranos para que progresaran con seguridad, se inició la visita. El primer rápel fue rápido y divertido, formándose un esperado tapón tras el laminador. Todo el grupo disfrutó con la progresión sin percances, haciéndose paradas para reagrupar al equipo. Poco a poco se fueron superando los distintos pasos, unos con mayor celeridad que otros, hasta llegar al tornillo de subida y salida de la travesía, que es la guinda del pastel de la visita.
Fuera ya todos de la cavidad, tras casi cinco horas y media bajo tierra, se recuperó la cuerda de acceso de la otra boca (las dos bocas distan menos de 100 metros) y se inició el regreso, todo ello entre chanzas y rememorando las anécdotas del día. Y ya en los coches, nos hidratamos adecuadamente ;).
Curiosamente la única incidencia no tuvo nada que ver con la espeleología: listos ya para marcharnos a uno de los compañeros no le arrancó la furgoneta, costando un poco lograr recargar la batería para que pudiera ponerla en marcha. Tras ello gran parte del grupo se fue a tomar algo a un bar, y el resto se fue a casa.
Como toma de contacto con el mundo de las simas y cuevas fue estupenda. Ahora toca a los asistentes que hayan disfrutado y quieran continuar con esta afición equiparse por completo y perfeccionar la técnica, entrenando y participando en las visitas a cavidades de iniciación que organice el club.
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